El domingo 15 fue marcado por las elecciones de intendentes y concejales en casi todos los municipios brasileños. Una parte significativa de los hijos legítimos de Bolsonaro retrocedió y su proyecto político nacional fue derrotado, el PSOL se amplió y la derecha junto con la centro-derecha ganaron en gran parte de los municipios, frente a la ausencia de una alternativa de izquierda al gobierno. Traemos una primera evaluación aquí.
Los hijos legítimos de Bolsonaro fueron sacudidos en las elecciones municipales. El genocida Bolsonaro apeló a una campaña directa de «los suyos» pero no sirvió. La derrota llegó. En São Paulo, el asqueroso Russomano no pasó a la segunda ronda, quedando en 4º lugar. En Río de Janeiro, el actual intendente Crivella, candidato de Bolsonaro y creador de la Iglesia Universal, pasa a la segunda vuelta, pero por debajo de Eduardo Paes (DEM) con una diferencia del 15%. Esto también demuestra el error de Freixo al renunciar a su candidatura a la intendencia y abandonar la disputa política en el gobierno de la segunda ciudad más importante del país.
La prensa burguesa, pro derecha tradicional, aprovechó el momento e informó que de casi 60 candidaturas que Bolsonaro apoyó con campaña directa, pocos consiguieron elegirse, entre intendentes (dos en el primer turno en ciudades menores) y 10 concejales. Dos candidatos, Crivela en Río de Janeiro y Capitán Wagner en Fortaleza, van para el segundo turno enfrentando grandes maquinas burguesas electorales de la derecha y centro izquierda, Eduardo Paes y Sarto respectivamente.
No hay dudas sobre la sangría de Bolsonaro. Pero es importante destacar, como ya hicimos en análisis anteriores (click aquí: http://lis-isl.org/2020/11/11/brasil-elecciones-municipales-vota-psol-50-y-lucha-con-la-izquierda-radical/ ), que las victorias electorales se concentraron en la derecha y centro-derecha, que negocia directamente con Bolsonaro, algunos pocos bolsonaristas y parte del “gran acuerdo burgués”. El MDB fue electo en 755 ciudades; PP, 666; PSD, 631; PSDB, 486; DEM, 450 y PL, 335. Republicanos, el sello que el bolsonarismo usó como paraguas, ganó en 202 ciudades y el PTB en 204, quedando atrás de los partidos de centro-izquierda PDT, 304 y PSB, 245. El PT ganó en 179 ciudades aunque ninguna capital en el primer turno, con un declino en relación a las anteriores elecciones de 2016.
El PSOL en las elecciones
Como era de esperar, el PSOL creció electoralmente en las cámaras municipales e incluso fue elegido en 4 municipios. En São Paulo, además de la victoria política de Boulos, que irá a la segunda vuelta contra el candidato ex-BolsoDoria en un resultado histórico, el partido triplicó el número de concejales y se convirtió en la tercera fuerza en la Cámara. En Río de Janeiro, el concejal Carlos Bolsonaro, primero en las elecciones de 2016, quedó en segundo lugar detrás de Tarcísio Mota (PSOL) – eligiendo un total de 7 concejales.
En São Paulo, Guilherme Boulos ganó más de un millón de votos en una campaña histórica que dejó al bolsonarista Russomano y al tucán fuera del nido de Marcio França, comiendo polvo. Esta es una victoria política cualitativa para el PSOL en el centro más grande del país. En esta segunda vuelta, se debe presentar un programa alternativo para salir de la crisis, radical y que exprese las batallas que nuestra clase viene dando, sintetizado en las luchas y en calles por Fora Bolsonaro y Mourão. Los debates que venimos teniendo en el PSOL con Boulos y la dirección mayoritaria actual, se colocan a la hora del día. Ahora es cuando precisamos fortalecer una herramienta política independiente, de lucha, socialista y junto a las bases.
En Belém, Edmilson volverá a pasar a la segunda ronda con un voto ligeramente mayor que en 2016, pero esta vez en primer lugar. Se enfrentará al reaccionario Delegado Eguchi. Desde Alternativa Socialista y la LIS participamos activamente en la ciudad, sumando nos al fortalecimiento de la candidatura de la compañera Silvia Leticia y Luta Socialista, apoyando una importante referencia de la lucha de las mujeres trabajadoras y luchadoras, clasista y socialista. El PSOL debe jugarse con todo en esta campaña, dejando atrás este perfil amplio distanciado de toda combatividad y que apuesta a «el diálogo». El camino es radicalizar y tratar de capturar a los sectores que aún no ven en Edmilson, ni en el PSOL, una herramienta de lucha contra los gobiernos de ajuste y de guerra contra el pueblo.
En Florianópolis, el profesor Elson ocupó el segundo lugar, con el 18,13% de los votos, además de 3 candidatos elegidos para concejales. En Belo Horizonte, Áurea Carolina obtuvo el 8,33% y el partido eligió 2 concejalas. En Porto Alegre, el PSOL eligió 4 concejales, creciendo también en otras capitales.
Es muy importante señalar que el PSOL, con pequeñas campañas frente a los millonarios, logró aumentar el número de bancas, colectivas e individuales, especialmente con mujeres que luchan y una parte considerable de jóvenes negras y LGBT. Ha llegado el momento de que el bloque de la diversidad concentre sus fuerzas para avanzar contra el gobierno de Bolsonaro. El movimiento de mujeres y LGBT, junto con el ascenso de la lucha antirracista crece y se fortalece en esta batalla electoral, demostrando la vitalidad de esos procesos de luchas.
Problemas en el TSE y la abstención
Parte de la atención se dirigió a la confusión en el sistema del Tribunal Superior Electoral – TSE, retrasando la divulgación durante horas en varios municipios del país. Luís Roberto Barroso, presidente del TSE, atribuyó el problema al fracaso de uno de los centros de procesamiento. Barroso también citó los intentos de invadir computadoras con origen en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Brasil, todos repelidos, dijo.
Las abstenciones, centralmente debidas a la pandemia Covid-19 con más de 160.000 muertos y casi 6 millones de contaminados, tuvieron un aumento en comparación con las elecciones de 2016, pasando del 17,58% al 23,14%. En São Paulo, hubo más de 2,6 millones de abstenciones, más que los votos obtenidos por Covas, 1,7 millones, y Boulos, 1,07 millones. En Río de Janeiro, 1,5 millones de abstenciones, más que los votos de Paes y Crivella juntos.
El PSOL debe ser una alternativa
El avance del PSOL es ciertamente positivo. Pero es necesario prestar atención al giro cada vez más presente de las alianzas con los partidos burgueses, a la refinada táctica del Frente Popular y a la infrautilización del espacio electoral en la campaña de Fora Bolsonaro y Mourão. Este camino puede ser sin retorno.
No es posible derrotar al gobierno de Bolsonaro y a los movimientos de extrema derecha por la vía electoral. Es importante dejar eso claro. Los socialistas debemos impulsar la movilización en las calles contra este gobierno de hambre, desempleo, reforma impopular, asesinatos, destrucción y, al mismo tiempo, presentar un programa radical de salida de la crisis, que aplaste a Bolsonaro. Es por esto que Alternativa Socialista continúa apostando a la construcción del Bloque de la Izquierda Radical en el PSOL en el camino de poner en pie el partido que necesitamos para avanzar en una sociedad socialista, dejando atrás la barbarie que el capital nos ofrece como único futuro posible.