Declaración de la LIS: ¡Fuera el imperialismo ruso de Ucrania! ¡Solidaridad con los trabajadores y el pueblo ucraniano! ¡Basta de guerras promovidas por los imperialistas!
En la madrugada del 24 de febrero finalmente comenzó el ataque del imperialismo ruso a Ucrania. Nuevamente la barbarie de la guerra se da cita en el corazón de Europa. Las tropas invasoras desembarcaron en Odesa (ciudad del Mar Negro al oeste de la península de Crimea) donde hay combates con el ejército ucraniano. Las autoridades rusas siguen utilizando como excusas la supuesta “protección de la población de habla rusa”, la «desmilitarización y desnazificación de Ucrania» y afirman que están realizando “operaciones militares” limitadas al Este de Ucrania. Lo cierto es que han comenzado una invasión a gran escala: los misiles están impactando más allá del Donbass, en Dnipró, en Jarkov y en Kiev, donde las tropas que entraron desde Bielorrusia ya están con sus tanques a pocos kilometros. Desde un punto de vista militar-estratégico y económico, Rusia se plantea ocupar rápidamente la ciudad industrial más grande de la región de Donetsk, Mariupol y avanzar en Zaporozhye y Kherson para reanudar la operación del canal de agua proyectado para la Crimea ocupada. Nuestros camaradas de la Liga Socialista Ucraniana dan cuenta de combates en las cercanías de la capital, de sirenas de alerta, explosiones y del llamado a la población por parte del gobierno ucraniano a resistir la invasión con las armas.
La trama de la invasión se terminó de armar este 21 de febrero. Ese día, Vladimir Putin recibió del parlamento ruso la autorización que solicitó para utilizar las fuerzas armadas de la Federación Rusa fuera de su país y reconoció oficialmente a las cuasi-formaciones autoproclamadas de la República Popular de Donetsk (RPD) y la República Popular de Luhansk (RPL). Ambas fueron creadas en 2014, con el apoyo directo de la Federación Rusa.
Con estas acciones, Putin dio por sepultado el Protocolo de Minsk, firmado el 5 de septiembre de 2014 y el 12 de febrero de 2015 tras las negociaciones del Grupo de Contacto y el Conjunto de Medidas para la Implementación de dichos acuerdos, firmados por los “Cuatro de Normandía” (Alemania, Francia, Rusia, Ucrania). Las medidas nunca lograron establecer un alto el fuego completo ni fueron implementadas por los gobiernos ucraniano y ruso. Ucrania se negó sistemáticamente a celebrar elecciones en el territorio de la RPD y la RPL, lo que exigía el documento del 12 de febrero de 2015. Y Rusia, nunca retiró sus efectivos del territorio, ni las fuerzas de las «compañías militares privadas» que establecieron el control político-militar ruso en toda la región.
Con la actual invasión, el imperialismo ruso está dando un paso más en el intento de recuperar parte de los territorios que controlaba la burocracia estalinista en la década de los ’90, fortalecerse como socio privilegiado del ascendente imperialismo chino y frenar así el avance de la OTAN y el imperialismo yanky y europeo en la región.
Ante esta agresión al pueblo ucraniano, los trabajadores del mundo no podemos callar. Es necesario repudiar con la mayor energía esta invasión del imperialismo ruso y el baño de sangre que ha comenzado. Que se escuche con fuerza en todo el planeta: ¡Fuera el ejército ruso de Ucrania! ¡Solidaridad con los trabajadores y el pueblo ucraniano!
Desde hace semanas, ante la inminencia de la invasión por parte de Rusia, el imperialismo estadounidense y sus aliados vienen impulsando una campaña mentirosa mostrándose ante las masas del mundo como los abanderados de la paz y custodios de la soberanía de Ucrania. El cinismo del imperialismo estadounidense y europeo no tiene límites. Sus ejércitos son los que causan muertes en todo el mundo y vienen desplegando un accionar cada vez más beligerante vía la OTAN en la región, utilizando a Ucrania como teatro de sus operaciones expansionistas. Su complicidad en la guerra que ha comenzado es absoluta. Los trabajadores del mundo no tienen que depositar ninguna confianza en estos carniceros al servicio del gran capital. ¡Fuera la OTAN y el imperialismo occidental del Este europeo!
Ante la avanzada rusa, Estados Unidos y Gran Bretaña han anunciado sanciones que aparentemente sólo afectarían a los funcionarios del gobierno ruso y a algunos oligarcas cercanos a Putin. El gobierno alemán ha ordenado la suspensión de la certificación del gasoducto Nord Stream 2 que traería gas ruso a Europa. Sin embargo, Putin espera que un eventual aumento a los consumidores del precio del gas y la dependencia de Alemania con dicha energía, suavicen su postura.
El imperialismo occidental aseguró a Ucrania y Rusia que sus ejércitos no participarían directamente de un enfrentamiento militar abierto a gran escala y se limitarían a suministrar armas a Ucrania. Más allá de las operaciones propagandísticas, tales entregas no podrán cambiar la relación de fuerzas. El enorme ejército ruso está equipado con armas nuevas y avanzadas. El ejército ucraniano es muy débil y pequeño, y como legado de la ex URSS cuenta con armas que tienen más de 50 años y una aviación obsoleta. Solo la solidaridad internacional de los trabajadores del mundo, comenzando por los trabajadores rusos puede frenar la carnicería y obligar al invasor a retirarse del territorio invadido.
Repudiar, rechazar y resistir la invasión rusa de ningún modo puede implicar depositar ninguna confianza en el gobierno burgués de Volodímir Zelenski, que es un pro imperialista occidental al servicio del cual desarrolla una política antisocial y neoliberal contra los trabajadores y el pueblo ucraniano y, apelando a los sentimientos patrióticos, le allana el camino a las expresiones de derecha y ultra derecha en el país. Al fortalecer a la extrema derecha y abrirle la puerta a la OTAN, Zelensky indirectamente le dio argumentos a Putin para concretar la invasión. Tampoco podemos dejar de levantar el derecho a la autodeterminación de las regiones que han manifestado su deseo de separarse de Ucrania.
La guerra y la agudización de los conflictos interimperialistas que están creciendo peligrosamente son una amenaza para toda la humanidad. Frente a esto y para garantizar la paz y el bienestar de los trabajadores y los pueblos se hace cada vez más necesario impulsar la revolución socialista para terminar con este sistema de explotación y opresión.
Desde la LIS llamamos a realizar acciones unitarias y expresiones de repudio en todo el mundo contra la invasión imperialista rusa y en solidaridad con el pueblo trabajador ucraniano. Denunciando al mismo tiempo el accionar del imperialismo occidental, que actúa para rodear a Rusia, aumenta su presencia en el Mar Negro y quiere incorporar a Ucrania a la OTAN, acumula fuerzas militares en Grecia y cuenta con un Biden cada vez más agresivo, que intenta recomponer el poderío perdido de los EE. UU. tras el planteo que “América ha vuelto”.
En particular llamamos a los sindicatos, movimientos sociales, organismos de derechos humanos, personalidades del arte y la cultura y organizaciones políticas de todo el mundo y en particular de Europa a desarrollar la más amplia unidad y movilización contra la guerra, como ya han comenzado a hacerlo trabajadores y organizaciones de Rusia y varios países.
¡Fuera el imperialismo ruso de Ucrania! ¡Solidaridad con los trabajadores y el pueblo ucraniano! ¡Fuera la OTAN y el imperialismo occidental del este europeo!¡Por el derecho a la autodeterminación del Donetsk, Luhansk y Crimea! ¡Basta de guerras al servicio de los intereses de los imperialistas!