Desde Marea Socialista nos solidarizamos con José Bodas, Secretario General de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros (FUTPV) y trabajador petrolero de larga data en el área, quien viene siendo objeto de amenazas de despido laboral por parte de sectores administrativos de PDVSA y de la burocracia psuvista que suele responder con retaliación a aquellas voces que rechazan el brutal ajuste antiobrero que ha venido aplicando el Gobierno Nacional.
Al igual que Bodas, son muchos las y los trabajadores que a lo largo y ancho del país han sido amenazados, otros despedidos, perseguidos o criminalizados por el Estado en su condición de Patrón, cuyo manejo está a cargo de un gobierno que se convirtió en la peor pesadilla que pueda encontrarse en los registros históricos para los intereses de las y los trabajadores venezolanos, a quienes han sido arrebatados derechos fundamentales para el normal desenvolvimiento de la vida, como los salarios, prestaciones, jubilaciones o las discusiones de convenciones colectivas.
Los trabajadores y los sectores populares en Venezuela estamos ante un régimen laboral de hambre que ha sido impuesto a sangre y fuego por el gobierno de Maduro y su cúpula militarista, en un acto criminal de entregarnos como mano de obra semiesclava a los intereses del capital transnacional, ya sea norteamericano, turco, iraní, ruso o chino. Situación también favorable para la burguesía criolla tradicional y para los nuevos ricos surgidos del desfalco a la nación y de la corrupción en sus distintas modalidades.
Ante este panorama tan catastrófico para el pueblo empobrecido, resulta insoportable observar el papel que cumple la llamada Central Socialista Bolivariana de Trabajadores (CSBT), instancia obediente al gobierno que ha contribuido al desmoronamiento y desmovilización de una parte de la base trabajadora, que ha visto cómo actúan los jerarcas sindicales para defender sus privilegios particulares, a los que tienen acceso a razón de cumplir tan lamentable rol de esquiroles maduristas.
De tal manera que nos hacemos solidarios con José Bodas desde una perspectiva de lucha y por la reconstrucción del movimiento sindical y obrero con absoluta autonomía. Como Marea Socialista somos parte de “Trabajadores en Lucha”, en donde articulamos con varios factores sindicales y políticos, y desde nuestra organización apostamos por consolidar ese impulso genuino que tanto nos urge a los trabajadores sin estar apostando por atajos ni alianzas con espacios político-sindicales que realmente tributan a jefes de cúpulas comprometidos con intereses foráneos y contrarios a los nuestros como clase.
Estamos en un contexto de crisis muy complejo, que nos exige una gran capacidad de análisis y observar con el mayor detenimiento posible a los distintos actores que se mueven en el tablero de toda esta situación. El gobierno es el principal responsable de nuestras desgracias y como tal tenemos que confrontarlo, pero consideramos que debe ser con total independencia política y con propuestas que apunten hacia una salida obrera; así, la lucha por recuperar todo lo que nos han arrebatado, también es una lucha contra el “plan país” de Guaidó que solo plantea seguir ahogándonos. Y de igual forma contra otras vertientes de la derecha clásica que convocan sin tapujos una intervención militar al país, cuyas caras más visibles son María Corina Machado y Antonio Ledezma.
Con ese espíritu hemos reclamado la libertad para Rodney Álvarez; rechazado la condena a Rubén González; y reivindicamos a todos nuestros hermanos de clase que han estado peleando por un salario según lo que establece el ART. 91 de la Constitución, contra el memorando 2792 y dando importantes señales de seguir resistiendo ante tanta adversidad. Con ese mismo espíritu rechazamos tajantemente las amenazas de despido contra José Bodas y exigimos enérgicamente que se respete su condición de trabajador y de dirigente sindical.