altan pocos días para un nuevo 8 de marzo, día de la mujer trabajadora. Ese día las calles de todo el mundo se colmarán de los reclamos de las mujeres y disidencias, porque los 8M son un día de lucha.
En las distintas secciones de la LIS participaremos levantando las consignas de las mujeres trabajadoras, ocupadas y desocupadas, de la juventud que salen a defender sus derechos y exigir los que aún nos faltan. Junto a cada reclamó levantaremos “Mujeres trabajadoras: por la igualdad y el socialismo”.
Para poder socializar, analizar la situación en la que estamos y poder evaluar cómo seguir con las peleas que tenemos por delante, el sábado 5 realizaremos un encuentro virtual en el que participarán compañeras de los distintos continentes, donde terminaremos de resolver nuestra participación en las acciones del 8 de marzo.
La nueva oleada de luchas progresivas por los derechos de género que ha recorrido el mundo desde 2015, con sus altas y bajas en la intensidad de ellas y la desigualdad entres los países y continentes sigue estando presente en nuestra realidad cada día.
Es fundamental poder conocer desde el relato en primera persona de cada compañera, como afectó la pandemia. Esta situación de crisis social, económica y sanitaria, también puso a las mujeres en el frente de la trinchera. Por ser mayoría en el personal de salud, como así también ser las que encabezaron peleas importantes por derechos salariales y laborales. La pandemia profundizó la desigualdad producida por el sistema capitalista: aumento de la pobreza, mayor desocupación, precarización laboral que, en todos los casos, afecta más a las mujeres y las disidencias.
Para tener una respuesta contundente a esta situación, hace falta la coordinación y organización de las socialistas revolucionarias en todo el mundo. La pelea por nuestros derechos de género tiene que estar unida a la lucha por nuestros derechos como trabajadoras. Una pelea contra los distintos gobiernos que quieren ir contra nuestros derechos, y la tarea de levantar otra salida, una positiva para las mayorías, para el pueblo trabajador. Y para esto, ser parte activa de la construcción del partido revolucionario que vaya hasta el final en la pelea contra este sistema capitalista, padre de todas las violencias que padecemos las mujeres, las disidencias y el conjunto del pueblo trabajador.