La lucha docente y la responsabilidad que ella nos exige en la Venezuela actual
Zuleika Matamoros
Las recientes movilizaciones docentes han tenido un reanimamiento. Nos convierte en protagonistas del hecho pedagógico más revolucionario que podamos asumir en tiempos de crisis, precariedad, rabia y dolor: Educar en la lucha.
El magisterio venezolano, compuesto en su mayoría por mujeres que sufren con más fuerza las consecuencias de la crisis económica, social y política, comienza a dar pasos certeros ante lo que se nos presenta como un desafío ineludible: organizarnos y movilizarnos por nuestras reivindicaciones arrebatadas y para confrontar la destrucción de la educación para imponer los principios ideológicos más reaccionarios. La crisis es usada como una excusa para la imposición del autoritarismo, el despotismo y la actuación contraria a los intereses de la clase trabajadora.
Somos principales testigos del proceso de desmantelamiento de la Educación Pública. Todas las medidas gubernamentales de los últimos años están teniendo un impacto muy negativo: recorte en el presupuestos para Educación, docentes y trabajadores del sector educativo en total precariedad, disminución del número de profesores que se han visto en la obligación de renunciar y empujados a la lumpen proletarización, desinversión en las infraestructuras educativas, eliminación de hecho del Programa de Alimentación Escolar para las y los estudiantes, eliminación de insumos para el funcionamientos de los centros educativos, la sustitución de profesores por personal no calificado afectos al gobierno a través del programa “chamba juvenil” . Los recortes están haciendo retroceder en décadas a la escuela pública. En las escuelas venezolanas se están eliminando clases por la ausencia de profesores y la ausencia de estudiantes por no poder asistir por no tener comida o uniformes. La destrucción del trabajo como hecho social se ha cebado entre el profesorado.
En este contexto, ha emergido la movilización docente, se escapa por las hendijas de las cárceles del pensamiento en el que pretenden convertir a nuestras escuelas. Allí el otro imperativo: Organizarnos y movilizarnos, superar las dirigencias de las federaciones que son corresponsables de la situación que estamos viviendo. Crear un fuerte y sólido movimiento docente que nos saque del ostracismo, de la desarticulación, que nos permita construir la unidad necesaria para derrotar a quien nos somete a vivir en la más absoluta de las miserias y que además pretende convertir la educación venezolana en un trapo a su medida.
Independencia y autonomía
Un asunto de principal trascendencia es la de aprender a luchar. Para ello debemos defender nuestra autonomía e independencia de clase. Reconociéndonos como parte de un escenario complejo y desfavorable, pero que de la misma manera nos abre inmensas oportunidades de levantar las banderas de una genuina lucha por nuestras reivindicaciones, en defensa de la educación pública y en contra de la imposición del pensamiento único y acrítico en nuestros centros educativos.
Es por ello, que nuestra actuación dentro del conflicto docente debe darse por fuera de las imposiciones del gobierno y los partidos de la “oposición” de derecha pretenden usar nuestra realidad y descontento para convertir nuestra lucha en plataformas de apoyo a sus personajes “presidenciables” que terminan haciéndole el juego al gobierno autoritarista y antiobrero de Maduro.
Ya pasamos por la experiencia del año pasado, cuando nuestras movilizaciones tuvieron mucha fuerza y presidentes de sindicatos y federaciones pusieron todo nuestro esfuerzo a la orden del autoproclamado “presidente interino” en una vuelta antidemocrática que desmovilizó a un sector importante que si bien, se opone a Nicolás Maduro no se identificaba con la jugada antidemocrática y los llamados a intervención militar de Juan Guaidó y sus acólitos. Tenemos claro que cuando Guaidó muestra su “apoyo” a las movilizaciones docentes nos desarticula, nos divide y cae la movilización.
Un gran movimiento docente que supere a la Federaciones propatronales
El abandono del ejercicio sindical que ha marcado por más de dos décadas a la dirección sindical de Federaciones y sindicatos ha dejado al gremio docente desarticulado, desinformado y sin herramientas que nos permitan tener una relación, comunicación e intercambio entre maestros y maestras.
Es por ello que se hace necesario re-conocernos en el desarrollo de la lucha que estamos llevando adelante, organizarnos y formarnos en el ejercicio de asambleas que nos permitan articular acciones en el conjunto del movimiento docente porque estamos ante un gran desafío: la defensa del ejercicio de la profesión docente desde el punto de vista económico, social y político, sobre todo porque articularnos, organizarnos y movilizarnos es un acto revolucionario en un país en el que las libertades democráticas quedan reducidas cada vez más a espacios de una impuesta polarización política que junta sus manos para pegarle con todo a las y los trabajadoras.
Ante el falso llamado de las federaciones, a quienes les conocemos sus costuras, en su relación simbiótica con quienes han usado las Luchas de los gremios y trabajadores para ponerlas a la orden de una opción también impuesta como lo fue Guaido, además de ser funcionales al gobierno y su ministro de educación para arrinconar a los maestros contra las cuerdas, no solo desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista moral. Hoy salen por la presión de las bases a convocar un paro para desmovilizar.
Convocó a un paro la semana pasada jugando a la confusión y salieron derrotados cuando tanto el paro como la movilización se impusieron el 10 y 11 de octubre, en vano fueron sus esfuerzos para confundirnos y desmovilizarnos. Esta semana lo convoca junto a las plataformas de quien dice que va a defender a los trabajadores a través de una intervención armada y militar, los mentores del Plan País que contienen en sí misma el mantenimiento del recorte presupuestario en educación. De burócratas carcamanes de la política y que pretenden hacer presión para volver a negociar la migajas que el gobierno nos ofrece como supuestos aumentos que no son sino reducciones del salario, persecuciones al docente, imposición de la doctrina de la corrupción y del metabolismo del aspirante a obedientes de una banda de mafiosos que han desfalcado al país y le han robado el futuro a nuestras generaciones de jóvenes que hoy emigran de las escuelas, emigran del trabajo sin salario, emigran del país, así huyen de la miseria y la muerte impuesta por un gobierno que proclama un falso socialismo. A ellos los queremos de vuelta para que luchen, para que se levanten para que digan junta a nosotras y nosotros ¡Basta!.
Chile es hoy un ejemplo, el país donde la educación es total y absolutamente privada, con un presidente que decía querer salvarnos. Piñera puede confundirse fácilmente con Maduro, quien también arremetió con toda la brutalidad contra la juventud que protestaba en 2017 y que hoy vemos como el presidente chileno ha asesinando jóvenes, encarcelando a quienes protestan y violando derechos fundamentales, nada más que por imponer la agenda del mismo FMI que dice que va a venir a salvarnos. Somos docentes en pie de lucha que actuamos con total autonomía.
A la movilización de este miércoles frente al Ministerio de Educación
Es por eso que continuaremos este paro movilizados, frente al ME a pesar de la doble convocatoria para dividir de las federaciones con sus decadentes dirigentes. Hoy nuestra cita es el ministerio de educación, hoy nuestra cita es allí, viéndonos, exigiendo, mostrándonos porque la terquedad es nuestra mejor compañera, porque el mejor modo de educar en estos tiempos actuales en en la calle, es luchando, es educar a los jóvenes con nuestro ejemplo que mientras haya lucha hay esperanza.