La nueva prórroga para un Brexit acordado no cambia la dinámica de crisis e incertidumbre instalada.
El jueves pasado la Unión Europea ha alcanzado un acuerdo para aplazar por segunda vez la salida del Reino Unido del bloque: ya no será el 12 de abril sino el 31 de octubre.
La primera ministra británica, Theresa May, volverá a Londres con más tiempo para buscar un acuerdo de salida con la oposición laborista de Jeremy Corbyn. Cabe recordar que el Parlamento ya rechazó sus propuestas en tres ocasiones por abrumadora mayoría.
En la UE había dos bandos: los partidarios de ganar tiempo para “ver qué pasa” en el Reino Unido, encabezados por Ángela Merkel y los que deseaban una fecha límite para cerrar el tema de una vez, como se empeñaba Emmanuel Macrón; es la primera vez en tres años de negociaciones que Alemania y Francia tienen posiciones opuestas. Finalmente, los 27 integrantes del bloque imperialista optaron por una prórroga un poco más larga, evidentemente tienen poca esperanza que May pueda lograr un acuerdo.
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo quería aplazar la salida hasta dentro de un año, pero igualmente se manifestó conforme con la solución encontrada, o mejor dicho resignado, por eso expresó “Siempre es mejor tener un poco de algo que mucho de nada”.
Viendo las idas y vueltas en que se encuentran desde el referéndum del Brexit en junio de 2016, ni Tusk, ni Jean-Claude Junker, presidente de la Comisión Europea, se atrevieron a dar por definitiva la nueva fecha de salida.
La prórroga obliga al Reino Unido a participar en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 26 de mayo, si May no logra consumar la salida antes del 22 del mismo mes. De esta forma se elegiría un Parlamento Europeo con 751 miembros, entre los cuales habrá diputados británicos que después de cuatro meses tendrán que dejar sus escaños.
Luego de dos años de trabajo con una red de ocho radiotelescopios ubicados en distintos continentes, la comunidad científica internacional ha dado un paso gigantesco: a 26.000 años luz, en la galaxia M87, ha fotografiado un agujero negro. Con una cámara fotográfica apuntando en dirección a Bruselas y Westminster hubiera obtenido el mismo resultado: registrar el agujero negro en el que están la UE y el Reino Unido.
El final del Brexit sigue siendo una incógnita para los pueblos involucrados, para sus empleos, su situación legal, para los que estudian y trabajan en los límites del Reino Unido y la UE. Romper con el bloque imperialista es una necesidad, también lo es que se base en la movilización y una conducción que defienda los intereses de los trabajadores y el pueblo.
Como ya afirmamos en la última nota de Anticapitalistas en Red (1) sobre el Brexit: “La salida no debe ser conducida por la burguesía y sus gobiernos, que no tienen el objetivo de terminar con el sistema de las ganancias capitalistas. Es clave que la clase trabajadora no se deje llevar por los partidos que representan a los poderosos, se movilice en forma independiente y encare la construcción de una alternativa política revolucionaria y socialista.
Rubén Tzanoff